Retos de la transformación digital: cuáles son los desafíos más habituales

retos de la transformación digital

Mercados en constante movimiento, usuarios con demandas cambiantes y cada vez más exigentes, aumento de la competencia… Por estos y otros factores, la digitalización ya no es una opción, sino una obligación. No obstante, en el proceso de implementación suelen aparecer obstáculos, también llamados retos de la transformación digital.

Solo conociendo y superando estos desafíos, las organizaciones pueden aprovechar al máximo todo el potencial de las tecnologías digitales y alcanzar sus objetivos empresariales.

En esta nota, te contamos cuáles son los escollos principales y cómo sortearlos de manera exitosa.

Qué desafíos enfrentan las empresas que necesitan transformarse digitalmente

La transformación digital es un proceso que trae numerosos beneficios para las organizaciones. Agilidad, flexibilidad, optimización de procesos y mayor rentabilidad y competitividad son algunos de ellos.

No obstante, el camino hacia la digitalización no está exento de retos. A continuación, repasamos algunos de los más comunes.

Resistencia al cambio

Uno de los obstáculos más frecuentes está relacionado con la reticencia de los empleados a introducir cambios sobre las metodologías de trabajo tradicionales.

Esta resistencia no es exclusiva de los colaboradores que no ocupan puestos jerárquicos. Los directivos y las personas con cargos medios también pueden temer a lo desconocido y sentir que las nuevas herramientas serán poco eficientes, o, por el contrario, serán tan efectivas que conseguirán reemplazarlos.

Al resistirse al cambio, el proceso de transformación se ralentiza, aumentando la probabilidad de no alcanzar los resultados esperados.

Toma de decisiones en silo

Los silos operacionales son uno de los principales retos de la transformación digital. ¿Por qué? Debido a que plantean inconvenientes en todos los aspectos del proceso, desde la creación de las estrategias de digitalización hasta la implementación.

Cuando las organizaciones operan en silo, la toma de decisiones se lleva a cabo de manera desconectada. Esto implica que cada área se centra en resolver sus propios problemas y alcanzar sus propias metas.

Al carecer de una visión unificada que traccione a los sectores hacia un objetivo corporativo común, la transformación pierde eficacia.

Integración de sistemas heredados

La transformación digital es un proceso gradual que implica la introducción de nuevas tecnologías en la operatoria empresarial. Ahora bien, las plataformas innovadoras deben convivir con sistemas heredados.

Estos software a menudo son rígidos y carecen de la flexibilidad necesaria para adaptarse a las exigencias y requerimientos de las soluciones innovadoras. Es aquí cuando surgen problemas de compatibilidad, integración y migración de datos, haciendo que el choque entre lo nuevo y lo viejo se convierta en un escollo hacia la digitalización.

Elección de las herramientas adecuadas

Para estar preparadas para el futuro, las organizaciones deben transformarse digitalmente, es decir, poner en marcha herramientas tecnológicas que se adapten a sus necesidades y particularidades.

Ahora bien, cuando el personal de IT o los responsables por la transformación digital se sienten presionados para escoger rápidamente entre la variedad de instrumentos que ofrece el mercado, la decisión seguramente no será la más acertada.

Por eso, antes de invertir en una determinada tecnología, las empresas necesitan contar con un plan estratégico y entender qué soluciones necesitan para resolver sus problemas. Solo así podrán elegir la alternativa que mejor se ajuste a sus requerimientos.

Escasez de talento y falta de competencias digitales

Para aprovechar al máximo las ventajas que ofrece la digitalización, las compañías necesitan contar con los profesionales adecuados.

Esta necesidad va más allá del personal IT. También incluye a colaboradores de otros departamentos, quienes necesitarán tener conocimientos tecnológicos para poder lidiar con las nuevas plataformas.

No obstante, la demanda de competencias digitales a menudo supera la reserva de talento disponible. En este sentido, las organizaciones se enfrentan al reto que supone contratar y retener a los empleados con la experiencia necesaria en áreas como análisis de datos, inteligencia artificial y ciberseguridad, o bien al desafío de actualizar las skills de los trabajadores que ya se encuentran en la plantilla.

Gestión ineficiente de los datos

Los datos son el motor de la transformación digital. Ellos proporcionan información sobre el comportamiento y las necesidades de los clientes, facilitando una toma de decisiones efectiva. Por eso, centrarse en los datos representa una ventaja competitiva.

Ahora bien, cuando la gestión de los registros es ineficaz, no solo se pierden clientes y oportunidades de negocio. También se desaprovechan las ventajas que aporta la transformación digital.

Cómo sortear con éxito los retos de la transformación digital

Como puede verse, la digitalización es un proceso beneficioso, pero, al mismo tiempo, lleno de obstáculos. ¿De qué manera pueden las organizaciones sortearlos con éxito? Poniendo en práctica algunas acciones concretas.

Sincronizar la estrategia de transformación con los objetivos empresariales

Para que el cambio digital sea provechoso, las inversiones en tecnología digital deben estar en consonancia con las metas de negocio.

Por lo tanto, es vital reconocer los puntos de mejora que presentan los procesos existentes, así como las fricciones que generan los sistemas heredados. Solo así se podrá trazar un plan que conduzca hacia el éxito.

Fomentar la cultura del cambio

Como mencionamos, la reticencia al cambio es uno de los principales retos de la transformación digital. Para sortearlo, se necesita construir una cultura organizacional que conciba a la innovación como un motor de evolución.

A menudo, esto requiere modificar la mentalidad empresarial, dejando de lado creencias erróneas sobre la introducción de nuevas tecnologías y abrazando el cambio como una posibilidad real de crecimiento.

Formar un equipo responsable del cambio

No basta solamente con fomentar una cultura de innovación que se difunda desde los líderes hacia los subordinados. Para que la transformación digital no encuentre escollos a su paso, es importante formar un equipo responsable del cambio.

Este grupo de personas se encargará de elaborar una visión unificada y fiable de la digitalización, alineándola con los objetivos empresariales.

Elaborar una planificación sólida para la implantación

Para evitar problemas en la integración de las nuevas tecnologías con los sistemas heredados, las organizaciones necesitan contar con un plan sólido de implantación.

Esta hoja de ruta funciona como una estrategia para asegurar la coherencia en todos los sectores, lograr una integración efectiva de los sistemas, conseguir una adopción sostenible y garantizar la seguridad informática.

Mantener la transparencia en la comunicación

De acuerdo con una encuesta realizada por Gartner, el 65% de las decisiones que se toman hoy en día son más complejas —es decir, implican más opciones o involucran una mayor cantidad de partes interesadas— que años atrás.

Para que las elecciones sean adecuadas y permitan alcanzar los resultados esperados, es imprescindible que las interacciones y los circuitos de comunicación sean transparentes.

Cuando se construyen flujos comunicacionales fluidos y abiertos, los silos de datos desaparecen y el proceso decisorio se simplifica notablemente.

Fomentar el aprendizaje continuo

Para superar la escasez de talento y la falta de competencias digitales, las compañías deben invertir en programas de capacitación que hagan posible que sus colaboradores obtengan las skills tecnológicas que la transformación requiere.

Además de cerrar la brecha de habilidades digitales, estas iniciativas empoderan a los empleados, aumentando su motivación y, por ende, su productividad.

Supervisar constantemente

Finalmente, para cerciorarse que los desafíos que presenta la digitalización están siendo adecuadamente abordados, las organizaciones necesitan supervisar constantemente la adopción de las nuevas plataformas.

Al efectuar análisis periódicos, es posible detectar inconvenientes y resolverlos de manera oportuna. La evaluación también permite vigilar que los recursos estén siendo bien aprovechados y que existe alineación con los objetivos corporativos.

Tu empresa, ¿está atravesando alguno de estos retos de la transformación digital? Si la respuesta es sí, ¡podemos ayudarte a resolverlos! Esperamos tu mensaje.

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